miércoles, junio 21, 2006

Humildad


Un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa.
La mesera puso un vaso de agua en frente de él.
¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con maní? preguntó el chico.
Cincuenta centavos, respondió la mesera.
El pequeño sacó unas monedas de su bolsillo y las examinó.
¿Cuanto cuesta un helado sin maní? volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando que se desocupara alguna mesa, y la mesera se estaba impacientando.
Treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente.
El niño volvió a contar la monedas.
Quiero el helado solo, dijo el niño.
La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue.
El muchacho terminó el helado, pagó en la caja y se fue.
Cuando la mesera volvió, empezó a limpiar la mesa, y entonces no pudo creer lo que vio.
Allí, puestos ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... su propina.